La T4 de Barajas, por dentro.




El pasado jueves tuve la suerte de ser invitado por Iberia ( @iberia en twitter) a visitar algunas de las zonas de la T4 de Barajas que normalmente no están a la vista cuando hacemos un viaje y a conocer algunos de los procedimientos que la compañáa esta implantando para mejorar su servicio, sobre todo tras la fusion con British Airways y la alianza OneWorld.

La mañana comenzó con la anécdota de que a Pixel Jonan y a mi nos intercambiaron la foto en la acreditación, por lo que tuvimos que retrasarnos -y mostrar los DNI por duplicado- en cada control policial que pasamos. Afortunadamente, estuvimos en todo momento acompañados por gente de Aena y de Iberia que facilitaron bastante las cosas.

La primera vista fué para mi sin duda (e imagino que para el resto de compañeros de aventura) la mas interesante: el Sistema Automático de Tratamiento de Equipajes (SATE). Se trata de todo el entramado de cintas de transporte que se encargan de tratar el equipaje desde que los dejas en los mostradores de facturación hasta que llegan a la bodega de tu avión. Y por supuesto, tambien el camino de vuelta cuando aterrizas en Barajas, desde el avión a los hipódromos de recogida, o a otro avión si tienes que enlazar dos vuelos en Madrid.


La verdad es que todo lo que pueda contar se queda corto: El sistema consta de mas de 130 Km de cintas -45 Km de ellas, de alta velocidad- que discurren por debajo de prácticamente toda la T4 y hasta la T4S, por debajo del tren que usamos los viajeros. Para aquellos que no conozcan el aeropuerto, la distancia entre ambos edificios es de unos 3 Km. Las maletas son subidas a unas bandejas amarillas -un bulto por bandeja- y lanzadas a una velocidad de hasta 40 Km/h para realizar todo su viaje en un máximo de 15 minutos. El sistema tambien garantiza que si hay que devolver una maleta por cualquier motivo -un pasajero de repente no puede viajar en el último momento-, tambien sea devuelta en ese tiempo. Es posible tratar y clasificar mas de 20.000 equipajes a la hora.


El sistema funciona sin intervención humana -salvo problemas, claro- completamente. Cada bandeja con su correspondiente maleta toma una ruta en cada una de las bifurcaciones que encuentra en su camino para optimizar el recorrido. De hecho, si por algun motivo hay un fallo en alguna de las rutas, se usará un camino alternativo para llegar a destino.

Seguramente con el siguiente video podais haceros una idea mas aproximada de como funciona el sistema (pido disculpas por la calidad del video, esta grabado con una cámara de fotos compacta):






Durante la visita pude también subir en tiempo casi real el siguiente video sobre el SATE (grabado con el móvil) que tambien pongo por aquí porque hacia el final se vé como una de las bandejas cede el paso a otra que llega. Muy curioso. Como comentaba con alguno de los compañeros, el sistema recordaba por su precisión y funcionamiento a las escenas del laberinto de puertas de Monstruos S.A.




En el SATE trabajan diariamente unas 400 personas entre personal de seguridad y el personal especializado que se ocupa de las posibles incidencias en el sistema. Para ello cuentan con todo tipo de repuestos para cualquier incidencia que pueda producirse.

En resumen, el sistema solo puede calificarse como impresionante técnicamente, me imagino que por poco frikis que fueran los ingenieros que lo diseñaron, debieron disfrutarlo muchísimo. He de agradecer al personal de Aena que nos acompañó todas las explicaciones detalladas de nos dieron sobre el funcionamiento del mismo. ¡Gracias!

Tras esta visita fuimos a visitar la sala donde se sincronizan los vuelos de OneWorld (la alianza que incluye entre otros a Iberia, British Airways y American Airlines) que hacen escala en Madrid. En las pantallas se puede observar cuantos pasajeros de un determinado vuelo tienen correspondencia con otros vuelos, cuales son estos y si alguno de ellos (de llegada o salida) tienen alguna incidencia.

Se ha establecido un sistema para comodidad de los pasajeros para evitar la tipica situación de llegar a un aeropuerto, tener que tomar otro vuelo que sale pocos minutos despues y tener que recorrer a la carrera un aeropuerto que normalmente no conoces.

Para ello se han diseñado dos tarjetas -naranja y azul- que son entregadas a los pasajeros en la misma puerta de desembarque con distintos significados. La naranja viene a decir corre, que el siguiente vuelo te está esperando, llegas a tiempo y con esta tarjeta naranja, en la que te hemos puesto toda la información para llegar a tu puerta de embarque, tienes todas las puertas abiertas sin tener que perder mucho tiempo en los controles de seguridad.

Por el contrario, la azul viene a significar: no te preocupes, que no llegas: has perdido el siguiente vuelo pero ya te hemos reservado una plaza en el próximo hacia tu destino. Aqui está el bono de hotel o de restaurante si es necesario.

El siguiente video -corporativo de Iberia- lo explica gráficamente:




El siguiente punto de la visita fue el Hub Control, la sala desde la que se controla prácticamente todo lo que sucede en el aeropuerto -al menos lo que sucede con Iberia-


Cualquier cosa que pueda estar prevista en la operativa de Iberia en el aeropuerto, desde enviar un camión de pushback a remolcar un avión a la coordinación de los gestores de incidencias (los conocidos como chaquetas rojas que, por cierto, ahora cuentan con un iPad como ayuda para su trabajo) o enviar una jardinera a buscar a la tripulación de un vuelo se controla -y está prevista- en esta sala. Por supuesto, cualquier imprevisto es también gestionado desde estas pantallas.


Ciertamente, la apariencia de que todo esta controlado es potente. Luego, en el día a día podrán pasar cientos de cosas, es imposible controlar absolutamente todo cuando pasan por un aeropuerto mas de 24 millones de visitantes al año. Este centro, compuesto por 18 puestos operativos, procesa unas 5000 tareas diariamente que afectan a la programación del trabajo de unas 4000 personas en las cuatro terminales de Barajas.

La visita finalizó en la sala Dalí, una de las salas VIP con las que cuenta el aeropuerto. En esta sala se dispone de conexión a internet en ordenadores propios, de conexion gratuita para tu portatil con cables o conexion WiFi de pago (incomprensible, pero asi es). En este lugar se puede tomar algo mas que un refrigerio y se dispone incluso de duchas y salas de descanso. No, no hay fotos de esta zona :-)

Para terminar, Iberia nos invitó a un aperitivo en una de las salas que se pueden reservar para mantener reuniones a puerta cerrada dentro de la sala Dalí. Fue un buen momento porque pudimos hablar entre nosotros y con el personal de Iberia de forma distendida aparte de reponer fuerzas tras mas de 3 horas recorriendo la T4.

En resumen, una gran experiencia que me ha ayudado a entender (y espero a vosotros tambien) un poco mejor como funciona un lugar por que pasa tantísima gente al dia, en el que trabajan 30.000 personas (si, no me he equivocado, ese es el dato que nos dieron) y que requiere de una increible organización para que no se convierte en un enorme caos.

Notas finales: No puedo por menos que agradecer a Iberia, Aena y Tinkle (@tinkle_Es) la organización e invitación al evento. ¡Muchas gracias a todos!

Tambien, que conste: esta anotación no está patrocinada de ninguna manera. No es publicidad. Obviamente, me siento en deuda por haber tenido la suerte de haber visto todo lo que os he contado, pero en ningún momento ha habido ni siquiera la sugerencia de que debería publicar algo. Para que conste en acta.

Esta anotación también ha sido publicada simultaneamente en Coridio, mi blog personal.

Actualización: Hasta donde sé, sólamente en Diario del Viajero se ha publicado la crónica de la visita. Si alguno mas de los asistentes publica algo actualizaré esta entrada para enlazarlo.